ÒSTIES PEDRÌN
Visita al restaurante de cuyo nombre no quiero acordarme,
muy cerquita del mercado de la Boquería por su parte trasera, La plaza de la Garduña.
Realmente ha sido la segunda visita, la primera al poco
tiempo de inaugurarlo donde pedimos arroz de verduras, que solamente el hecho
de ser un nuevo restaurante y por eso de brindar la segunda oportunidad que
todos merecemos, fue lo que impidió que escribiera la realidad de lo que me sirvieron
y la categoría del arroz. En esta segunda visita, versiones contradictorias. Me
explicaré.
Alguno de los platos fueron interesantes, todos ellos para
compartir, como unos buñuelos de espárragos servidos con romesco que estaban
buenos, la versión en espárrago de las alcachofas rebozadas. Insisto, original y
rico, por lo tanto nada que objetar.
Una ensaladilla rusa, como no, buque insignia de cualquier
establecimiento que se dedique al buen arte de platillos o tapeo. Y como la
ensaladilla al igual que las bravas y la tortilla de patatas, merece que se la
trate como se merece, la conclusión es que para servir ensaladilla congelada,
para comprarla en empresas que se dedican a platos precocinados, para no ser
capaz de hacerla y darle un toque especial, algo que la identifique con tu
local, para no mimarla y hacerla cada día como si fuera el último, si no se ha
de buscar todo esto es mejor borrarla de la carta. La de aquí simplemente
mala. Visitar Casa Palet, Casa Pepe o, más cerca, el recién inaugurado Santagustina, puede ayudar a tener más claras las ideas.
Con los calientes pasó tres cuartos de lo mismo. Unos
canelones que no cumplieron con las expectativas, ni muchísimo menos, es decir
muy, muy flojos y encima con los santos melones de bautizarlos en la carta como “Canelones
Festa Major”, humildad señores, humildad, que hasta en la mili los había comido
mejores.
Por último, un “guiso de calamares con cebolla 70 minutos”
que estaba francamente bueno, pasado de sal, pero con un buen punto de cocción,
creo que 72 minutos, no 70, pero eso sí, tiernos y sabrosos, quizá lo mejor,
junto con el pan con tomate. Es triste decirlo pero es así.
De postre, un flan.
Otro local para turistas donde de vez en cuando se deja
caer algún nacional y automáticamente vuelve a recordar lo difícil que es encontrar algo digno en Ciutat Vella. Haberlo, haylo, seguro, pero que paciencia. Todo lo descrito, más tres cervezas 47 €.
ÒSTIES PEDRÍN C/ Jerusalem 30· 08001
Barcelona · Tel. 932778208
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