PICUS

Visita al restaurante Picus, de la mano del amigo Alex Juliá. El día no acompañaba, no era el mejor escenario para salir a cenar, caía el diluvio universal, que falta hacía y decidimos ir andando. Creo que esto condiciona bastante una salida nocturna. En realidad, enseguida se pasó el mal humor, el trato dispensado nada más entrar fue excelente, y la mejor sorpresa de la noche el local, lo cómodo que resulta, mesas amplias y grandes, espacios donde nadie se entera de lo que hablas y lo mejor, nadie te molesta. Agradable.
Pedimos una cañita al sentarnos y enseguida se nos sirvió, junto con una pequeña mini hamburguesa, el aperitivo de la casa.
Para empezar un pica pica, croquetas, con tres sabores distintos: carne, pescado y queso, (9€). La verdad es que estaban ricas.
Después, unos huevos de granja rotos con sobrasada, muy buenos de sabor aunque si algo tengo que criticar es el tipo de patata usada, la patata paja, o hilo en este caso, desmerece este plato, fue unánime en la mesa y todos pensamos que una patata tradicional queda mucho mejor(10€).
Por último, foie micuit con tostaditas y mermelada, muy bueno aunque poco generoso (12€).
De segundos, un steak tartar (14€), buena carne, excelente calidad y preparado tal como lo solicitamos, un punto picante. Le falta a mi gusto cuatro patatas que en algún local acompañan al plato, y la verdad es un plus de calidad, me refiero como en el caso de los huevos, a patatas normales, este invento de la patata paja, tendría que desaparecer: nunca sabena a patata, solo al aceite que lo impregna, en fin. Estoy pensando, y quizá desde que escribo este blog es el plato más repetido, es decir el que más veces he pedido, y haciendo memoria me viene a la cabeza aquellos tiempos en el que este plato era todo un reto para los maîtres, que preparaban el plato delante del cliente. De cocina salían los ingredientes ya picados y mientras los trabajaban los enfriaban con dos boles de hielo. No olvidemos que hay que servirlo lo más frio que se pueda, y allí delante de ti se mezclaban los ingredientes: pepinillos, alcaparras, perejil, el huevo, sal pimienta, brandy etc. Que tiempos los tartar del satélite en Barcelona. El último que me sirvieron así fue, hace años, en La Masía de la Platja en Calafell. Si alguien conoce algún restaurante que conserve este arte, que lo apunte. Muchos lo agradeceremos.
Luego un Tataki  de atún (13€), excelente, unos buenos tacos de atún, adobados en soja, pasados por la plancha en justa cocción, con un sabor extraordinario. Lo  que realmente requiere este plato, una excelente materia prima.
Unas habitas baby con calamarcitos de playa (10€), pues más de lo mismo, estaban muy buenos, frescos y bien salteados junto con las baby, un excelente combinación.
Y Un muy recomendable morro de bacalao con sobrasada y manzana (15€). La pieza era de esas que puesta en el plato da gusto verlas, en su perfecto  punto de desalado y con una mezcla de sabores compleja: manzana y sobrasada, que se hacen muy agradables en boca. Todo un acierto.
De postre, un Mató cremoso con gelatina de moscatel  y piñones caramelizados. Sobran las palabras y los comentarios, hay que probarlo.
Para beber nos tomamos una botella de Emilio Moro. Reconocer y valorar la extensa carta de vinos donde proliferan una gran cantidad de vinos de la tierra. Cuidada selección, la verdad, a excelente precio.
Resumiendo, Picus vale la pena, su buen hacer en cocina donde prima la calidad de los productos utilizados, esto en una máxima, y a nadie se le escapa, que ante una materia prima excelente todo es más fácil. El trato es más que correcto, cálido, cordial, realmente es la primera vez que entro y parecía un cliente de toda la vida.
Son momentos complicados, difíciles, pero Picus tiene un gran presente y esperanzador futuro. Una cocina tradicional mediterránea puesta al día y muy bien elaborada.
PICUS   C/Sant Joanistes 8-10 · Barcelona · Telf. 934152281

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