LA NUEVA KARAMBOLA (Zaragoza)

Durante las fiestas del Pilar me llevaron a quizás la última inauguración en lo referente a restaurantes de la ciudad de Zaragoza. “La Nueva Karambola”, un restaurante-asador que de la mano de Javier Milán se ha puesto en marcha. Javier, catalán de Barcelona, procede del Pantxika Orio, uno de los clásicos de la ciudad y al que cualquier aficionado a estos temas conoce por su calidad en las materias y la forma de tratarlas y, evidentemente, Milán lo ha trasladado a su nuevo local.
Empezamos por un aperitivo servido por la casa, una crema de cigalas para enseguida empezar a dar cuenta de una gran variedad de platos para picar, todos ellos clásicos, todos ellos sin complicaciones y todos ellos con un denominador común, la calidad de sus productos.
Unas estupendas croquetas de rape y cigalas, una combinación excelente y de esos platos que en el centro de la mesa apetecen abalanzarte sobre ellos nada más verlos. Una excelente combinación para un sabor inolvidable.
Un bonito con aceite y cebolla de fuentes. Esa cebolla que hace tiempo han estado luchando sus productores por conseguir la denominación de origen y protegida y ya la tienen; bien merecida con un sabor especial, dulce sin apenas picor y que jamás repite. En Barcelona se encuentra en un par de paradas de la Boqueria. Es fácilmente combinable y con una buena ventresca de bonito en conserva, es un manjar.
Una tortilla de bacalao, buena, muy buena, con su bacalao trabajado al pil pil, quizás para mi gusto excesivamente desalado; lo comenté al chef y me habló de la problemática del agua de Zaragoza, de su dureza y de la dificultad a la hora de tratar el bacalao.
Por último, y como todo lo anteriormente reseñado, pusieron en el centro de la mesa unos calamares a la romana, tiernos, frescos y con un excelente rebozado.
Pasamos a los segundos, y estando en un asador, pedimos como no, un txuletón de vaca. Como ya mencioné anteriormente, la riqueza de este local estriba en su materia prima y la carne es excelente. Tengo que pedir perdón por la fotografía, que no hace ni mucho menos justicia, pero después de una mañana de vinos y similar vianda, a uno le quedaba poco pulso. Bien, una excelente carne acompañada por una patatitas fritas de esas caseras, crujientes; de llorar.
Como somos como somos, no podíamos abandonar el local sin probar el pescado, y nos pedimos un buen tronco de merluza para probar; y más de lo mismo, calidad frescura y excelente trato en fogones.
Después de semejante festival y con la mañana de aperitivos que llevábamos, no hubo sitio para más, y nos quedamos sin probar los postres. Pero como tenemos que volver, será otro día.
Felicidades a la gente de La Nueva Karambola y a su cabeza visible, Javier Milán, al que no tenía el gusto de conocer, y que después de compartir un rato con él, estamos delante de unos de esos profesionales que solo trabajan para satisfacción de sus clientes y el mejor halago que le gusta escuchar es “que a gusto nos vamos”.
La bodega correcta, la primera petición, un Campillo, no la pudieron atender ya que estaba agotado, falta grave del encargado de la bodega, por lo que tomamos un Pago de los Capellades crianza 2008.
En cuanto a coste, el precio medio por persona sin postre fue de 45 €, más que correcto para la calidad recibida.
LA NUEVA KARAMBOLA  C/ Baltasar Gracián, 3 · Zaragoza · Telf. 976402132

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