MASIA DE LA PLATJA (Calafell)

Este es un restaurante especial, he tenido la ocasión de estar hablando con Julià Guasch,  cocinero y propietario y me ha explicado que el próximo día 2 de julio celebrarán el 50 aniversario del mismo, tres generaciones dando de comer con una honradez inusitada y con la particularidad de que a día de hoy coinciden en fogones dos de las tres generaciones, padre e hijo, Julià y Ramón, o lo que es lo mismo la tradición y la innovación, la cocina tradicional y la de vanguardia, un binomio que ha conseguido que “La Masía” sea uno de los mejores restaurantes que actualmente se pueden visitar en la costa Dorada, y la verdad es mucha costa.
El secreto, evidentemente la materia prima, además Julià es un enamorado de su trabajo, sabe que el listón está alto y su dedicación va más allá de la cocina. Empieza en la selección de los productos. Me comenta que tres días a la semana se desplaza a Vilanova y la Geltrú a la subasta del pescado, nada queda al azar, él personalmente elige los productos, él personalmente negocia los precios y como es bien sabido, en esta profesión con un producto estrella y con oficio, los resultados saltan a la vista.
Solo sentarte en la mesa, te sorprenden con un fenomenal aperitivo, juzgar:
La carta es muy amplia y variada, lo que se convierte en un dilema a la hora de pedir, pero como las vacaciones han sido largas, nos ha dado tiempo de repetir y probar una gran cantidad de platos, es otra de la muchas ventajas que tiene La Masia, que podrías comer cada día y no te cansarías jamás. Un salteado de moluscos al ajo y guindilla, con mejillones de roca, almejas, tellerines y berberechos, excelente con ese toque picante de la guindilla, realmente te chupas los dedos.

De primero tienen una gran cantidad de ensaladas, todas ellas muy bien elaboradas y muy completas, ninguna de ellas te deja con esa sensación de “que hambre”, que en algunas y desgraciadas ocasiones, pasa en otros sitios. Las raciones son generosas y, al igual que con el pescado, aquí también se es muy exigente con las materias utilizadas.
El Carpaccio de bacalao ahumado sobre aguacate con vinagreta de miel y limón, una combinación excelente, regada con esa vinagreta tan especial pero que termina calando, no es difícil saber combinar la dulzura de la miel y la acidez del limón y en este caso es todo un logro.
La ensalada de foie fresco a la plancha o la de tomate raf con queso de cabra y anchoas, o la insuperable ensalada de jamón de pato, queso de cabra y croquetas de ave al vinagre de jerez y módena; tengo que decir que las croquetas por sí solas ya merecerían un plato.
Otro gran primero, sensacional, fueron las habitas naturales repeladas dos veces, con chipirones, un auténtico regalo para el paladar, con su justo punto en el salteado de los chipirones, tiernos, en fin, riquísimo.

Por último la insuperable gamba panchuda salteada, aquí os presento el plato antes y después, sin trampa ni cartón, viendo el producto lo fresco que está y lo delicioso que queda en el plato.

De segundo el ya famoso, renombrado y aclamado all cremat de Julián, “Sombrerazo al all cremat” titulaban los señores de "5  a taula" en su artículo en La Vanguardia, sobre La Masía publicado el año pasado, artículo que preside una de las paredes del Restaurante. En nuestro caso fue con Gall de  Sant Pere,  una delicia, difícil de explicar y aunque solo sea por esto vale la pena la visita.
Por último, sería una injusticia no hablar de los arroces de La Masia de la Platja, cualquiera de ellos, de verdad es el sitio ideal para tomar arroz, ese sábado que te levantas y piensas, ¡donde vamos a comer un buen arroz¡, no lo dudes.
Un arroz negro con sipiones, gambas y almejas, desde luego en esta casa tienen la mano rota con el arroz, en su punto exacto de cocción y aprovechando al máximo la riqueza de los productos. Contuntente y sabroso.
Y que tal unas cotizadas espardenyas a la plancha, firmes y jugosas, una delicia.
Como no solo de pescado vive el hombre, también degustamos un magret de pato al agridulce de naranja; tenía curiosidad y de verdad valió la pena.
Los postres, si llegas, merecen una mención especial. Aquí sí que  Ramón demuestra que su estancia junto a Oriol Balaguer no fue en balde. En nuestro caso y como ya era demasiado, compartimos una coca de crema, piñones, pistachos, nueces y el insuperable Tarraco, pastel de cremoso de avellana y chocolate, es increíble.
Para beber un Artadi pagos viejos de 2004, hay que reconocer que Carmen Victory, esposa de Julián y responsable de la sala, cuida la carta de vinos y muy bien, con más de 200 referencias donde elegir.

La masia no es un descubrimiento, es una realidad, una autentica realidad, con 50 años de esfuerzo y superación. Es visita obligada para los que algún día os encontréis por la costa dorada y los que no, haced una excursión y me contáis.
El precio con postre vino etc. etc., es decir sin cortarse nada es de unos 60 € por persona. Existe un menú de 35 € más iva con 12 primeros, 10 segundos y una docena de postres a elegir. Es una opción sensacional. Felicidades.
El local es magnífico, cómodo, tranquilo y con auténticas obras de arte colgando de sus paredes, una de las grandes aficiones de la familia, la pintura. Este es sin duda un lugar donde vivir una experiencia gratificante. Un lugar del que sales con la sensación de haber gastado bien el dinero ya que la cantidad y calidad recibida lo merece. Tengo el absoluto convencimiento de que el cliente viene aquí a buscar la calidad en la materia prima y a fe que la encuentra. Comer en La Masia de la Platja es un auténtico placer, un placer basado en el mar y sus productos y en como tratarlos, aquí, hay expertos.
Como anécdota deciros que en dos días distintos he coincidido en el restaurante con tres cocineros catalanes, que entre los tres, suman 5 estrellas Michelín.

MASIA DE LA PLATJA C/ Vilamar 67 · Calafell Platja. Telf 977691341

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