BISTREAU BY ANGEL LEON
Tengo que
reconocer que de todas las experiencias gastronómicas que he tenido en mi vida,
siempre hay alguna que pasa a nuestra parte del disco duro como “difícilmente
superable”.
En mi caso, esta
parte de mi disco duro tiene poca capacidad y solamente es retener aquellos
lugares, situaciones, platos que me han dejado con la boca abierta, aquellos
lugares donde dices que volverás porque lo bueno que tiene, lo inolvidable es
repetirlo, y yo, si tengo salud así lo haré.
Pero después de
tanto preámbulo y tan pesado, es hora de empezar a relatar mi “inolvidable
experiencia” en el BISTREAU, y que utilice las mayúsculas es toda una
declaración de intenciones.
Nos decidimos por
el menú degustación, una travesía por los platos insignia de Ángel León.
Aguachile de maíz,
una magnifica sopa fría, con trozos de salmonete, combinados con rábano, pepino
osmotizado y maíz. Sobre esta base ponen el caldo fresco, pero a la vez de sabor
potente y con el punto de picante que le dan los jalapeños. Muy bueno
Matrimonio, que consiste en un ravioli hecho
con láminas de calabaza y relleno de boquerón y anchoa. Lo que aquí parece una
explicación tan sencilla, se convierte en algo mágico al llegar a la boca. Sensacional.
Tortillita de
camarones, ligeras, finas, de excelente fritura, sabor extraordinario y servido
sin gota de aceite. Fenomenales.
Suso caletero, intentando
imitar los pastelitos xuxos, pero en su versión salada, rellenos de un rico guiso de calamar junto con
un alioli muy ligero. Un plato muy original.
Caballa y harissa,
pedacito y nunca mejor adaptado lo del diminutivo, de caballa curada en sal
sobre un pilpil de harissa, este pilpil está elaborado con algas y la propia
espina de la caballa, consiguiendo un resultado excepcional, aunque para el menú
degustación un tanto escaso.
El calamar de potera,
que están cortados como si fueran tallarines, elaborados sobre una cebolla confitada y una salsa holandesa hecha con la propia tinta del calamar. Para mi, sin duda, la gran sorpresa de la jornada, el mejor plato del menú: el sabor, la sutileza y el contraste de colores lo hacen especial.
Arroz de plancton.
Dicen que es un plato único en el mundo, y se trata de un risotto que según he
podido leer en una propia receta del creador, se elabora con la variedad arroz
bomba, que cuece poco a poco, casi en blanco, para preservar su identidad, su
sabor natural, que se ve realzado por las esencias marinas del plancton, y el
ali oli de humo de huesos de aceitunas incandescentes.
Parpatana de atún rojo, eso es lo que estaba previsto en el
menú, un plato sobre el que he leído mucho y bueno pero nos quedamos con las
ganas. No había y fue sustituido por un tiernísimo lomo bajo de buey.
Fisherman coco,
un refrescante postre con espuma de coco y menta. Muy agradable.
Chocolate y
cítricos. Magnífico final.
El menú degustación
cuesta 60 € por persona, bebida aparte. No optamos por el menú con maridaje ya
que los comentarios leídos sobre la sommelier, no invitan precisamente a ello.
Resumiendo, un
inmenso placer, un descubrimiento en la ciudad y mi gratitud a este premio de gastronomía
2012 Ángel León por elegir Barcelona para enseñarnos su “arte”.
BISTREAU BY ANGEL LEON Paseo de
Gracia 38-40 · 08007 Barcelona · Tel.
93 151 87 83
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