BARCELONAMILANO
Mi
visita a este local se debe a una lectura que hice sobre el mismo en la nueva web
Gastronomistas.com.
En sus
inicios pensé que era una página diferente, donde quizá se podía descubrir algún
local interesante en la ciudad; a día de hoy y después de dos meses de
seguirla, la retiro definitivamente de “mis favoritos”, lo que uno esperaba
como novedad, independencia y lealtad con los lectores, se convierte en otra de
estas páginas donde todo, absolutamente todo es maravilloso y nada, definitivamente
nada es criticable, no vaya a ser que ofendamos a alguien y nos borre de la
lista de los VIP. Que comer y beber gratis no lo hace cualquiera. Penoso.
En fin, y tan penoso como la nefasta comida son pobres platos y patético servicio que nos
dispensaron en este local.
Primero
pedimos una croqueta de rustido, por eso de probar las croquetas, la verdad es que
la croquetas y las ensaladillas rusas definen el buen hacer de un restaurante
dedicado a estos menesteres; si alguien no es capaz de bordar estos platos tan
nuestros, tiene un problema. Menos mal que no pedí la rusa.
Posteriormente, unos rollitos de calabacín con ricota, un plato de cocina dietética que no por
ello tiene que resultar insulso, francamente mejorables.
Berenjena
a la parmigiana rellena de butifarra. Nada que objetar, a no ser que quizá el
tomate estaba demasiado fuerte, pero eso es cuestión de gustos. El plato digno,
francamente bueno.
Paccheri
con falsa bolognesa y shiitake. Fue sin duda alguna la alegría de la noche, el
mejor plato, una perfecta cocción de la pasta; recordemos que los paccheri
necesitan su tiempo, mínimo 18 minutos, y acompañados por esa salsa y las riquísimas
setas shiitake , setas de cultivo, pero que resultan extraordinarias. Un acierto.
Por
último, la mayor decepción: La Lasagna de espinacas, creo que hay que ver las fotografías,
con eso basta.
Para
beber un Muga crianza, una odisea para abrirlo, se le rompió el corcho (menos
mal que no era un gran reserva) empezó a soplar el cuello de MI BOTELLA porque
ya sabía yo que no la iba a cambiar, y venga a soplar y depositar miasmas en MI
VINO y después del espectáculo acaba llamando a un compañero para que termine
de abrirla.
Me
sirven la primera copa y evidentemente corcho estaba flotando por toda ella, era
bonito, tenía que haberlo fotografiado. Se me lleva la copa tras mi protesta y
trae una nueva, la llena y “ahora ya está”. Hay que tener poca vergüenza, este
detalle en un vino de 19 € que a ellos no les cuesta más de 8 o quizá 9 €. ¡Cuidado!, menos mal que es un Restaurante-Enoteca.
El
precio más que correcto, 50 € dos personas con un vino de 19 €.
Para
colmo de males, como no habíamos reservado ya que no era fin de semana, nos pusieron
en una barra lateral donde ni tan siquiera cabían los platos; vamos, parecía
poder completar un puzzle el poder tener en la mesa todo lo necesario para que una cabe
en la mesa. Menos
mal que nada estaba soso, !!si pido un salero no sé dónde ponerlo¡¡
BARCELONAMILANO c/Villarroel
190 · Barcelona 08036 · Telf. 934307279
Comentarios
Esto ya es una razón para no volver, muy buena tenía que estar la pasta para olvidar el resto de platos.
Salut!