GANÀPIA


Pues hablamos del nuevo descubrimiento en el barrio, en la esquina de la calle Zaragoza con San Hermenegildo, ha abierto sus puertas Ganàpia, un nuevo local de tapas, diferente, inusual, donde predomina el saber hacer, el amor por el oficio y una excepcional relación  calidad-precio.
Y leído este preámbulo uno puede pensar que “Ganàpia” lo tiene todo, y así es, todo, absolutamente todo.




De su carta podemos destacar varios platillos que a mí personalmente me han encantado, y que más adelante describiremos, pero en todos ellos hay un denominador común, autenticidad y excelente materia prima que es la base de cualquier éxito en un establecimiento.
Hay que destacar que Ganàpia  es un negocio absolutamente familiar, el matrimonio Julià, Alex y Elina, junto a su hija Aina están en la cocina y desde allí nos transmiten eso que hasta ahora les ha gustado tanto, comer bien, degustar, aprender y con tiempo de rodaje llega el momento de darnos a los demás un mucho de su aprendizaje.
En la sala Elina y el bueno de Mario, este último con una dilatada experiencia en el sector, no es el caso de Elina, nueva en el oficio pero su simpatía y delicadeza en el trato la hacen desde ya imprescindible en el negocio.



Pero vamos a lo que realmente os interesa: “los platillos”.
Unos mejillones a la marinera, que son realmente deliciosos, receta importada de Mallorca donde uno no puede parar de mojar pan en esta salsa tan deliciosa y a la vez tan generosa. No hay peor cosa que pedir mejillones y que estén secos, aquí no, todo lo contrario.



Las pochas con chipirones, pensé que nadie las haría tan ricas como el amigo Pinocho de La Boquería. Me equivoqué.



La tortilla de patatas, de las de antes casera, auténtica, de la que nada hay que objetar y la que siempre se hace corta y, como en mi caso, hay que pedir una nueva ración.

Las patatas bravas, frescas, peladas, fritas y servidas con una salsa de elaboración casera, un ligero alioli con un poco de cayena, eso creo yo.



Ya sabemos que los secretos de las salsas de las bravas se caracterizan por eso, son secretos. Pues en este caso son caseras, caseras y no congeladas, ya estamos hartos de los timos de  bravas congeladas. Felicidades.


El crustó “Café de París”, el crustó es esa parte de la ternera que es muy tierna y magra muy apta para este plato. Va acompañado de la excelente salsa café de París quee elabora Alex, y de guarnición una Tartiflette estupenda.


Nuestra mesa era compartida por un grupo de amigos y siguieron sacándonos platillos donde no puedo dejar de aconsejaros varios más. Las croquetas en surtido, en nuestro caso degustamos las de  pollo y Cabrales, ambas extraordinarias.


Ensaladilla rusa, correcta.
Tuvimos la gran suerte que este día había arroz negro, estaba sensacional, suelto, en su punto de cocción y con un extraordinario sabor.



Siguieron las codornices en escabeche, las que ya empiezan a ser famosas brochetas de pollo al curry, y las mini hamburguesas.



De postre nos sirvieron un “Ganàpia”, invento y elaboración del propio Alex, un buen helado de vainilla acompañado de Grand Marnier y unas manchas de café molido. Refrescante y digestivo.


La noche fue acompañada en todo momento por cervezas, muy bien tiradas, como mandan los cánones, aunque pudimos divisar una buena, no amplia, pero sí de calidad, bodega de vinos con 3 o 4 referencias interesantes.
En fin, que fue un gusto y un placer descubrir este nuevo local que bien merece un desplazamiento desde cualquier parte de la ciudad. Yo así lo recomiendo.
El precio medio por persona son 15 € bebiendo cerveza pero con postre. Los platos se acompañan, bajo pedido, de una excelente coca de pan con tomate que les sirven a diario.
Mis felicitaciones y ánimo para seguir incorporando platos a esta, ya de por si sugestiva, carta, algo de pescadito para los que vamos sobrados de colesterol se agradecerá.


GANÀPIA        C/San  Hermenegildo 2 · Barcelona ·  Telf. 933282198

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