LA VERMUTERIE

El resumen de este Restaurante o Gastro Bar o Cocktelería o Vermutería, como quieran llamarlo, es muy sencillo: cuando un mal servicio, se puede cargar una buena cocina.
Qué pena, qué pena y qué desastre. La comida, la materia prima y la elaboración es más que correcta, el servicio es una auténtica pena, lamentable e impropio de alguien que intente consolidarse en este difícil negocio de la restauración.
La primera en la frente, los platos que estaban encima de la mesa estaban sucios, pero sucios que daba miedo verlos, tuvimos que pedir que los cambiaran.
En ningún momento se nos puso durante todo la comida ni una sola rebanada de pan, eso sí a los que tomaban el menú, el 99,9% del resto del local, solamente sentarse ya tenían el pan encima de la mesa, ¿será que el beneficio de la carta es menor? ¿O será que no hay nadie para decir a los chicos lo que tienen que hacer?
De primero, unos calamares a la andaluza. Correctos, con un rebozado fino y una bien cuidada fritura sin grasas ni aceites sobrantes. El calamar bueno y muy tierno. Lo sirven sobre un doble fondo de mayonesa y tinta de calamar. Un plato bien elaborado.



También pedimos una ensaladilla rusa. Ya habíamos terminado los calamares y esperamos algo más de 10 minutos a que trajeran una ración de ensaladilla rusa. Inexplicable ¿verdad? Pues así fue. Lo peor fue que nos la dejaron encima de la mesa y la tuvimos que comer “del cazo” ya que nuestros platos y cubiertos estaban negros como el carbón, consecuencia de la tinta del calamar. Nadie, absolutamente nadie se percató de la anécdota, porque está claro que para ellos es una anécdota y tampoco vimos a nadie para poderle pedir que nos cambiaran el plato.



Pero lo peor estaba por llegar. No hacía ni un minuto y medio que habían traído la ensaladilla cuando el chico se presenta en la mesa con el arroz, lo planta encima y tan tranquilo.
A mi pregunta: ¿Qué no ves que terminamos de empezar la ensaladilla rusa? Su respuesta: Déjalo reposar un poco. ¡Manda huevos chaval. Manda huevos!
Conclusión, hubo que retirar la ensaladilla para poder empezar a comer el arroz y que no se nos enfriara y por supuesto, lo que es peor, no se pasará su cocción.
Pero no os lo perdáis. Tuvimos que llamar a un camarero para que nos vinieran a cambiar los platos y cubiertos para empezar a comer el arroz, pretendían que lo comiéramos con el mismo plato que los calamares, negros de la tinta, que después fueron soporte de un poquito de ensaladilla rusa y ahora tenían que soportar el arroz. Coño, pues no me extraña nada que los platos que pusieron en la mesa cuando llegamos estuvieran sucios, a lo mejor si los cambiaran más a menudo esto no pasaba. Un desastre.



El arroz muy bueno, buenísimo, de los mejores que he tomado en la ciudad, perfecta cocción y un sabor riquísimo, la verdad un 10 para el cocinero, La materia prima que le acompañaba, que en este caso eran “closcas”, muy buenas todas excepto las navajas que estaban duras y por lo tanto no pudimos comerlas. Por cierto, el arroz mencionado era “Arroz a banda con parrillada de closcas (berberechos, mejillones, almejas y navajas)”.
Nada de postres, no estaban los ánimos para ello y menos teniendo la Cremeria Toscana en la misma calle Muntaner; por cierto, para el que no los conozca, quizá los mejores helados de la ciudad.



Esta fue la realidad y así la tengo que escribir, cuando los detalles del trato y servicio recibido no están a la altura de una buena cocina, difícilmente llegará el éxito.
Tengo que disculpar a los camareros, el problema no es de ellos, el problema está arriba, en el responsable, si lo hay, y si no en la propiedad. Ellos no saben más, nadie les ha marcado el camino, ni una pequeña instrucción, seguramente estudiantes que hacen esto para ganarse un dinero. Tampoco criticaré sus modales y educación, siempre fueron correctos; insisto, el problema es que nadie les ha dicho lo que tienen y como lo tienen que hacer.

LA VERMUTERIE    C/ Muntaner, 212 · Barcelona ·  Telf .931370148

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