MASIA DE LA PLATJA II

Siempre hay algo que celebrar, afortunadamente, y esa fue la excusa por la cual los hermanos de Moy nos llevaron a comer a la "Masia de la Platja”. Restaurante de referencia en la Costa Dorada, no tengo ninguna duda que excepto en Cambrils tengamos un restaurante de tanto nivel, tanta calidad y tanto “savoir-faire”.

Ir entre semana supone un añadido de tranquilidad, de garantía de que tendrás de todo, que encontrarás lo mejor, los mejores productos y evidentemente los más frescos. Juliá sigue comprando en la subasta de Vilanova, viendo lo mejor y seleccionando aquello que considera tiene que estar en la mesa, y esto sigue sin tener precio, no está pagado. Aquí sí que no hay ni trampa ni cartón y todo lo que se pone en la mesa es salvaje y eso en el sabor se nota. La mejor sorpresa es que no hay sorpresas, la admirable colección de pescados y el respetuoso trato que se le da en cocina hacen el resto.
Ya le hice una reseña tiempo atrás Masia de la Platja (Calafell)   pero no puedo dejar de compartir con vosotros esta última experiencia. 
A todos, absolutamente a todos nos gusta que de una manera u otra se nos reconozca nuestro trabajo, y a Juliá todos los que pasan por su casa lo hacen, le reconocen lo que han disfrutado con su cocina, de las atenciones recibidas e incluso del local.
Empezamos con un conjunto de entrantes que compartimos entre los cuatro. Primero y como no, el ya famoso surtidito de fritos que sirven gentileza de la casa.
Un salteado de closcas, mejillón de roca, berberecho y almejas. Con su guindilla, ajo y poquito de vino blanco. Un plato sensacional y de los clásicos de La Masia.
Después un surtido de croquetas, de pollo, bacalao y boletos. Me quedo con la de bacalao, la textura espectacular. Muy buenas.
Seguimos con unos sipiones salteados, estaban realmente magníficos, con el sabor de la pequeña tinta, y solamente pasados por la sartén, sin más. ¡Qué maravilla!
Y unos pulpitos salteados; la verdad es que es uno de los platos más maravillosos que se pueden encontrar en temporada. Pulpitos del tamaño de un dedo meñique, solamente salteados con un poco de ajo y perejil. No necesitan nada más.
Por último y también para compartir, dos raciones del arroz del famoso arrossejat de Calafell. Un punto y final a unos entrantes sensacionales.
De segundo, Manolo, muy prudente él, se decantó por un rodaballo a la plancha, con su verdurita y patata hervida. Sin complicaciones y con un producto que viene directamente de la subasta del puerto de Vilanova, pues perfecto.
Nosotros tres nos decantamos por un plato de la zona y que Juliá borda, el "all cremat" (ajo quemado), un suquet muy de los pescadores de la zona y a mí personalmente este tipo de “calderetas” me entusiasman. El "all cremat" se puede hacer con cualquier tipo de pescado “fuerte”, rodaballo, rape etc. Como siempre, nos dejamos aconsejar por Juliá y nos lo preparó con Lluerna. Estaba sensacional, todo en su conjunto, el pescado muy bueno, buenísimo, pero las patatas, ¡ay las patatas!
De postre, la coca sensacional que prepara Ramón Guasch, hijo y discípulo aventajado de Juliá, un Tarraco.
Otro de los postes estrellas de Ramón, así como el Coulan de Maduixa.
Cualquiera de los postres que hace Ramón son estupendos, magníficos, su paso por la casa de Oriol Balaguer, tenía que dar sus frutos. No se puede salir de esta casa sin  probar una obra de arte, perdón, un postre. 
Para beber, dos verdejos, el primero un José Pariente, el segundo un Protos.
Ya sé que puede resultar incómodo con los problemas actuales de controles, etc., pero nosotros cogimos un tren en Paseo de Gracia y en 55’ estábamos en Calafell. El restaurante está a dos minutos andando de la estación.
Es una magnifica alternativa para no perderse este estupendo local ya de referencia.
MASIA DE LA PLATJA  C/ Vilamar 67 · Calafell (Tarragona) · Telf. 977691341

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